El proyecto

Este proyecto tiene por nombre sloOw

Y trata de eso: de encontrar la calma en todo el proceso, en todos los procesos.

Los envíos son rápidos, eso sí. Lo tranquilo viene en el mirar. Mirar todo a través del pincel es una manía que quienes pintamos no podemos corregir.

Quien hace fotos, mira todo a través de un agujerito y un rectángulo entre las manos. Nosotras nos perdemos en los colores y las líneas que encapsulan eso que tenemos delante. 

Me recuerdo de niña con pinturas en las manos. Lápices de Alpino llegando a su fin. Lo primero que cosí, ya de mayor, fue un estuche. Curioso.

Después vino la carrera, la otra carrera... la barra y la oficina. Hasta el salto: con 32 años monté la tienda en Gasteiz donde iba a vender mochilas artesanas, cuando no se llevaban mochilas por la calle. 

La artesanía textil me enganchó por aquello de jugar con los colores todo el rato. Todo el rato. Ya no había vuelta atrás. Ni oficina, ni barra, ni pupitre: sólo color.

Ahora tengo 40, y dos colecciones de mochilas a partir de mis ilustraciones. Miles de horas con el pincel en la mano. Cientos de ellas mezclando pigmentos, sacando paletas. Volviendo a jugar, esta vez a inventar los colores.

  

 

Mezclar el color, y mezclarlo con lo que caiga en mis manos. Pigmento líquido, en polvo, arena, harina... los efectos que aparecen al mezclar me han llevado a las pinturas abstractas de "Línea y textura". La acuarela sigue siendo la base de todo. Conseguir un efecto de óleo con el agua, ha sido camino, intención y resultado. De pronto todo lo cruza una línea que parece libre, sin un objetivo previsible.